¿Hablamos ya del Estado Federal? 4o1h1t
Artur Mas (CiU) anunció ayer que propondrá en su congreso que Cataluña pueda ejercer «su derecho a decidir». El anuncio, a pesar de que ya lo adelantó en una ponencia recientemente, ha provocado un cierto revuelo porque aunque no habla explÃcitamente de la autodeterminación -como el plan Ibarretxe- deja la puerta abierta en ese ámbito. 1b5q3j
Bueno. Para empezar, esta es una propuesta de Convergencia, no de CiU, todavÃa. SerÃa extraño pues CiU ratificó el Estatuto, y no parecerÃa muy lógico ampliar ahora demandas que ya fueron discutidas. En mi opinión el asunto hay que entenderlo más en clave interna que externa. Los continúos desacuerdos entre Montilla y Moncloa han gustado en la sociedad catalana, que ve en el PSC un representante fiel, capaz incluso de enfrentarse a su propio partido. CiU observa con preocupación el ascenso del PSC en Cataluña y trata de ser maximalista para recuperar peso electoral.
Ahora bien, que la autodeterminación se convierta en una recurrente espada de damocles, en un arma arrojadiza del nacionalismo, es un tema que debiera preocuparnos y hacernos pensar: ¿Es nuestro modelo de convivencia acertado para disipar tensiones? Nuestro modelo autonómico data del año 1978. España era un paÃs completamente diferente que se debatÃa entre lo militar y lo espiritual. Los Pc´s, ni siquiera existÃan aquÃ.
¿No es quizá el momento de sentarnos y buscar fórmulas de convivencia -como el modelo Federal u otros- que nos permitieran mirar de una vez por todas al futuro? ¿No hay una fórmula, más moderna, que pudiera convencer a todas las regiones y que nos permitiera mirar hacia adelante, juntos, de una forma cómoda? ¿por qué da tanto miedo la reflexión?
A lo mejor el modelo autonómico que diseñaron para unos no es ya eficiente para nosotros.
España tiene las caracterÃsticas fundamentales de un estado federal, aunque en su momento se decidiese emplear el eufemismo de «Comunidad Autónoma» para llamar a los «estados» (en Alemania se llaman Lander). Y el modelo no es exactamente de 1978, porque la Constitución es tan ambigua que el Tribunal Constitucional la ha desarrollado bastante a lo largo de los años, de modo que el sistema ha evolucionado bastante.
Si a las Comunidades Autónomas las llámasemos Estados Federales, y a Gobierno de España istración Estatal, España serÃa llamada PaÃs por más personas.
Yo creo que para opinar, hay que tener determinados conocimientos, pero es un enfermedad ya extendida… cualquier dÃa hablaremos sobre tratamientos psiquiátricos cómo hablamos sobre estructuras futuras, sin conocer las presentes, del ordenamiento cómo si habláramos de cómo nos va el motor del coche…
Venga Usted mañana y opine de lo que no sabe, son dos frases muy españolas, quizás si tuvieran un poquito de respeto por el conocimiento de los demás, dejarÃan de hablar y escucharÃan… poner en horizontal la opinión de todos, a mi me da cierta vergüenza.
Escuchando a los que hacen doctrina en lo jurÃdico, no hay necesidad de una mayor descentralización polÃtica y económica, más bien lo contrario para el buen funcionamiento de un paÃs tan pequeño. Claro que si no te vale gente cómo GarcÃa de EnterrÃa o similares pues apaga y vamonos
Jimenez de Parga aviso hace cuatro años del desastre de formar 17 consejos del poder judicial, a proposito del Estatut… parece que tiene que morir a la gente para de golpe ocurrirsenos que mal están las cosas y que malos son los profesionales… a lo mejor es que no nos da la gana escuchar antes a «aquel que sabe» definición para hombre sabio.
Toda disciplina es una ciencia, sin los elementos básicos del conocimiento sobre ella, creo que no deberÃa promoverse debates para el colectivo. Amos digo yo. Solo es sentido común (y un poco del «algo» qué estudié en la facultad) y un poco de humildad en las limitaciones.
La experiencia española como Estado federal, una República, no fue positiva precisamente. Se produjeron cinco gobiernos distintos entre 1873-1874, los cuales no eran precisamente democrático. La falta de un liderazgo fuerte llevó a los españoles a enfrentarse unos contra otros, a ciudades a declarar la guerra a sus vecinos, en fin un desastre. En mi opinión el tamaño de España no es lo suficientemente grande como para configurar un Estado Federal al estilo de EEUU o Alemania, la primera con más de 300 millones de personas y una extensión más de 10 veces superior a la española, y la segunda, un pais creado en 1871 particamente por conquista prusiana (Bismarck).
España tiene unos 45 millones de habitantes en un solar que apenas supera el medio millón de Kilómetros cuadrados, con una historia común que podemos remontarla a los rómanos y más feacientemente a los visigodos. La autonomia actual, en mi opinión es excesiva y el Estado deberÃa empezar a recuperar competencias tales como educación, Justicia e Interior, Las comunidades autónomas en esta realidad dejan de tener sentido pues serÃan los ayuntamientos, bastante más eficaces, y con una tradición centenaria en España, los encargados de ser correa de transmisión entre el Estado Central y los ciudadanos, que de paso nos ahorrarÃamos unos cuantos cientos de millones de euros en mantener andamios gubernativos hipertrofiados, donde a veces es más importante la pertenencia este o aquel partido que los méritos poseidos.
He leido el comentario critico de Gretel mas arriba.
Y simplemente quisiera hacerle reflexionar, si es que vuelve por aquÃ, sobre la posibilidad de que, sin darse cuenta, se haya visto afectado por esa confusión habitual consistente en equiparar la sabidurÃa, ciertamente grande y probada con descubrimientos excepcionales, existente en el ámbito de las ciencias naturales (fisica, quimica, biologÃa.. donde los expertos de alto nivel acaban llegando a conclusiones unánimes tras cientos de experimentos de laboratorio a veces) con lo que ocurre en materia de asuntos economicos y polÃticos … donde lo que hacen los especialistas no deberÃa llamarse «ciencias sociales» porque lleva a la confusión de la que Gretel parece ser tener.
Solo era eso. Como soy visitante esporádico, he dicho voy a dejar huella.
Saludos. Martin.
Desde luego no se puede negar que el actual sistema, que yo creo que fue diseñado como solución temporal en vistas a una situación polÃtica más tranquila, no satisface a casi nadie. Ya no sé si realmente el problema de convivencia de este paÃs es el nacionalismo (español o periférico) o unos trasnochados y sacrosantos ideales patrios o identitarios compactados con una incapacidad cultural e histórica para la controversia y la alternancia. En España no se discute, se pelea; no se critica, se ataca y se ofende; los adversarios se convierten en enemigos y la dialéctica se torna en enfrentamiento. Sufrimos de una grave desconfianza hacia el sistema que utilizamos y las distintas sensibilidades se atrincheran en búnkeres dónde el foráneo es visto como una amenaza. No se trabaja en equipo, se ponen piedras en el camino del enemigo polÃtico, esperando su descalabro, a pesar de que el daño sea para el paÃs entero. Primero necesitamos un cambio educacional y cultural. Primero seamos buenos ciudadanos y luego nos tomaremos menos a pecho el ser europeos, españoles, vascos, gallegos…